miércoles, 13 de diciembre de 2006

Quebraderos legislativos


He elaborado un nuevo sistema de reparto de congresistas (diputados) para el parlamento español más justo que la mierda que tenemos ahora, capaz de infravalorar la representación de algunos partidos en un 82% mientras infla la de otros hasta en un 19%.

El caso es el siguiente: al hacer la distribución por demarcaciones provinciales, puesto que el número de diputados electos en cada demarcación es pequeño (por ejemplo, en Granada son 7), pues un partido pequeño puede no llegar a tener ninguno. Sin embargo, un partido con pocos votos, pero repartidos por las 52 provincias españolas, suman muchos votos. Pero claro, provincia a provincia no ha ido sumando nada. El más jodido por esto es Izquierda Unida. En cambio, partidos hiperconcentrados en una sola provincia como PNV o Unión del Pueblo Navarro se sobredimensionan con este sistema.


Al final, lo que necesitamos es una cámara que represente al pueblo español en un porcentaje igual a los votos emitidos, para que todos los votos valgan igual. Porque para representar regiones ya tenemos al Senado. De forma que habría que hacer una sola circunscripción que abarcase todo el territorio nacional. Como la Constitución establece, creo recordar, un congreso de entre 300 y 400 diputados, pues lo que hacemos es multiplicar el porcentaje obtenido de votos de cada partido por 3,5. De esta forma, de media, tendríamos siempre un congreso de 350 diputados ± 5 arriba o abajo, según de qué forma redondeemos. Podemos hacerlo hacia arriba o hacia abajo, aunque creo que lo mejor es hacerlo de forma aritmética: 0,49 hacia abajo, y 0,50 hacia arriba.

Según este sistema, en las elecciones de 2004 habría salido un congreso de 345 diputados, de los cuales habría obtenido escaño aquellos partidos con más de un 0,143 % de los votos emitidos. Ello ampliaría la composición del llamado grupo mixto, que dejarían de ser unos capullos que no pintan nada en el congreso para tener una cierta importancia en la toma de decisiones, que para eso les han votado. Dicha importancia por supuesto, correspondida porcentualmente con los votos recibidos, aquí a nadie se le infla la representación.

Los partidos mayoritarios recirían en un 2-3 % su peso en la cámara, pero eso es algo necesario (por justo) puesto que ya no estamos en la transición, y no tenemos esa necesidad de favorecer mayorías estables a toda costa, incluso a costa de inflar los escaños a los partidos grandes, para evitar el cachondeo que podría haber sido la política de los 70 sin esa ayuda.

Aclaraciones: los datos de las elecciones han sido extraídos de la web del congreso y esto que he puesto aquí no implica ni siquiera ligeramente mi simpatía o antipatía por ningún partido en absoluto.

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