viernes, 3 de agosto de 2007

El arma sucia más mortífera...



...Es la manipulación de la estadística y los datos. Medias verdades dichas con números y cifras. Además, existe una cierta impunidad no escrita para quien lo hace.
Que se descubre una red de piratería que había vendido 100.000 copias ilegales de DVDs , pues van la prensa, la policía, la SGAE, multiplican 100.000 por el precio medio en las tiendas (supongamos que fuera 20€), y dicen "la red de piratería ha causado pérdidas por valor de 2.000.000 €". Y se quedan tan campantes. Claro, como si todo el mundo que se compró la peli pirata por 1€, de no existir la piratería, habría estado igual de dispuesto a pagar por ella 20.

Esto también tiene gracia: supongamos que yo viva en Barcelona. Cierta tarde tenía pensado ir a comprar, por ejemplo, unos zapatos para mi novia. Por fin iba a llegar el momento pero, ¡chof! Llega el apagón y yo me quedo a oscuras en mi casa, las tiendas cierran, y gracias a mi vieja radio a pilas me entero que toda España está hablando de mi apagón, ya que la falta de noticias en verano lo ha convertido en un megabombazo informativo (aparte de lo fuerte que ya es de por sí).

El caso es que yo, a estas alturas de la película, no me acuerdo de los zapatos ni de la madre que los parió. Pasan las horas, hace mucho calor sin el aire acondicionado, el figrorífico chorrea agua, las velas se me están acabando cuando vuelve la corriente eléctrica. Por fin, me digo. Poco a poco la vida se normaliza, y unos días más tarde me vuelvo a acordar de los zapatos que quería comprar. Cojo el dinero, bajo a la calle, y los COMPRO.

Cuando llegué a mi casa, escuché en la televisión al presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona diciendo que el apagón había causado pérdidas por valor de 60 millones € entre los algo más de 30.000 comerciantes afectados debido a la ausencia de ventas durante el apagón, y que eso ahora quién lo iba a pagar. Exigimos responsabilidades, reclamaciones, llegaremos hasta el final, etcétera.

Y yo, con los zapatos en la mano, comprados DESPUÉS del apagón (lógicamente), pero que quería comprar igualmente, que habría comprado durante el apagón de no haberse éste producido, pero que acabé finalmente comprando (aunque fuese dos días más tarde de lo planeado), me habría sentido un poco capullo.

Osea, que los 30€ que he pagado por estos zapatos están contabilizados dentro de esos 60 millones, aunque finalmente sí los haya comprado. Lo mismo de antes: cogen las ventas medias diarias, las multiplican por el número de días del apagón y... ¡alehop! 60 millones de pérdidas, tío. Claro que el incremento de ventas en los días posteriores al apagón producidos por los muchos casos como el mío (e incluso más aún puesto que la población ha tenido que repoblar de golpe sus neveras y congeladores, disparando la facturación de los supermercados) no los cuentan, no vaya a ser que la compañía de seguros me diga que me indemnice mi tía abuela.

1 comentario:

Unknown dijo...

El dinero es mu malo..........

Saludosssss